Cuando una infección urinaria se presenta más de 2 veces en 6 meses o más de 3 años al año se define como Infección urinaria de repetición.
El objetivo del tratamiento de la infección urinaria es el control de la infección, disminuir la inflamación y evitar las complicaciones.
Los factores predisponentes para infección urinaria deben ser considerados para evitar recaídas o reinfecciones, en este sentido el adecuado diagnóstico permitirá disminuir o evitar siguientes episodios. Entre un 30% de las mujeres que presentan una infección urinaria pueden tener una recurrencia en ese año y, hasta un 10% un tercer episodio. La realización de cultivos de orina y pruebas de imagen como la ecografía son muy importantes.
El aspecto psicológico de las infecciones de repetición es muy importante. La sensación de invalidez, las molestias continuas por los síntomas y el sentimiento de frustración en cada episodio de infección altera el estado de ánimo de la persona que lo padece. La compresión por parte de su entorno es importante. Desde el punto de vista sanitario, en muchas ocasiones no es una enfermedad que genere baja laboral pero los síntomas que provoca alteran los hábitos de vida y las actividades del paciente y tienen una gran repercusión en su calidad de vida.
El tratamiento adecuado intenta evitar las infecciones de repetición. Existen múltiples opciones de tratamiento para evitar las recurrencias, desde la profilaxis con antibióticos, los arándanos y otros productos de parafarmacia, estrógenos locales, las vacunas, etc.; deben adaptarse a cada paciente, a sus factores de riesgo y a las posibles causas que determinen las infecciones. Se deben seguir algunas recomendaciones generales en cuanto a los buenos hábitos miccionales.