Los hombres también pueden tener perdidas de orina.
Cualquier pérdida involuntaria de orina se considera incontinencia urinaria. Este problema, al igual que en las mujeres, también se presenta en los hombres pero en un menor porcentaje.
Las causas que lo producen pueden ser diferentes que en las mujeres.
Las pérdidas pueden ser al realizar esfuerzos, por urgencia miccional o bien porque la vejiga no vacíe de forma adecuada.
En el caso de las pérdidas por esfuerzos (Incontinencia urinaria de esfuerzo) una de sus principales causas son las secuelas de intervenciones quirúrgicas sobre la próstata y la uretra.
Las pérdidas por urgencia miccional se producen por hiperactividad de la vejiga, los problemas de crecimiento prostático y las enfermedades neurológicas (Parkinson, Alzheimer, etc.).
Las perdidas de orina en el hombre produce un estigma que conlleva a que en muchos casos no busquen ayuda en su médico.
La vergüenza por los escapes, el temor a las pruebas a realizar o el desconocimiento de los tratamientos actuales inciden en que este padecimiento se prolongue durante años.
El deterioro que estas pérdidas provocan en la calidad de vida es muy importante: cambio de rutinas, aislamiento social, depresión, problemas con la pareja o familia, etc.
Debe realizarse un adecuado estudio del tipo y la magnitud de la incontinencia para valorar el mejor tratamiento.
Las posibles opciones de tratamiento varían de acuerdo al tipo de pérdida y a los antecedentes. De forma general incluyen la rehabilitación del suelo pélvico, tratamiento médico (con pastillas), y distintos tipos de prótesis.
Las prótesis pueden ser no ajustables, ajustables y el esfínter urinario artificial. En caso de ser necesario, debe implantarse la prótesis adecuada para cada caso y para cada paciente para asegurar un óptimo resultado.